La Ruta de la Seda es el nombre que se le dió una antigua ruta comercial de más de 4000 millas de largo, aunque algunas estimaciones indican que su longitud alcanzaba las 7000 millas. Se extendía desde China hasta Europa del Este, y pasaba por Persia e India. Fue un símbolo épico del comercio, que permitió las negociaciones de una extensa variedad de productos. No era literalmente un camino, sino más bien una ruta que se podía recorrer y que también incluía algunas secciones que involucraban el recorrido del agua. Obviamente, la seda era uno de ellos, aunque otros productos básicos como las especias y el jade eran clave para la existencia de la mencionada ruta.
Como era de esperarse, los bienes comercializados en cada dirección de la Ruta de la Seda eran muy diferentes. Por ejemplo, el comercio de China incluyó: caballos y equipo de equitación, fruta, camellos, equipo militar, cristalería, miel y pieles, mientras que los productos comerciales que llegaban a China eran: tés, tintes, medicinas, perfumes, pólvora, arroz y marfil. Además de ser mercancías para el comercio, los camellos y los caballos eran formas comunes en las que se transportaban los bienes a lo largo de la Ruta de la Seda. Con frecuencia, se reproducen imágenes en donde se evidencia la inclusión de camellos
El nombre de la “Ruta de la Seda” fue acuñado en 1800 por el viajero alemán Ferdinand von Richthofen. Todavía existen debates sobre si otro nombre habría encajado mejor, ya que el verdadero comercio de seda vendría más adelante en la historia de la misma. Sin embargo, el momento del nombramiento resulta un tanto engañoso, debido a la existencia de la ruta de una forma u otra durante más de 2000 años. Los historiadores sitúan el comienzo de la Ruta de la Seda alrededor del año 130 a. C., gracias a la dinastía Han.
Tiene una historia interesante, específicamente por el tiempo que tiene en funcionamiento. En sus inicios fue cerrada, pero la abrieron nuevamente en 639 cuando Hou Junji se apropió de las regiones occidentales. Sin duda, fue un pilar del comercio desde ese momento hasta alrededor de 1720, cuando el Imperio Safavid iraní cayó e interrumpió su uso. Aunque este fue el final del comercio típico en la Ruta de la Seda, apareció nuevamente cuando un poderoso terremoto causó estragos en 1966. La Ruta se utilizó como una forma de ayudar rápidamente al proceso de reconstrucción.
